Los 101 mejores chistes de Eugenio

Este comediante español tiene algunos de los chistes más icónicos de esta clase de humor.

Eugenio Jofra Bafalluy, nacido en Barcelona en el 1941, es uno de los humoristas más representativos y recordados en España.

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Grandes chistes del inolvidable Eugenio

A continuación puedes ver unos buenos ejemplos de estos memorables chistes de Eugenio, que puedes emplear para romper el hielo.

1. Un padre y un hijo van en el coche en la frontera con Francia, y pasan dos franceses. El hijo baja la ventanilla, y el francés le pregunta una dirección en francés.

– No entiendo nada, tú. ¿Puede repetirlo en español?

El francés vuelve a preguntarlo en francés, y el hijo que no se entera de nada. Al final los franceses se van, y el padre le dice al hijo:

– Como me gustaría saber idiomas.

A lo que el hijo responde:

– ¡Y a estos de qué les ha servido!
En su inocencia, el niño se refiere a que la otra persona no le sirvió de mucho solo saber francés a la hora de preguntarle la dirección.

2. – Papá, en el colegio nos han dicho que busquemos el máximo común divisor.

– ¿Pero todavía no lo han encontrado? ¡Cuando yo iba al colegio ya lo andaban buscando, cony!

Y parece que seguirán por mucho tiempo más sin encontrarlo.

3. El saben aquel que diu que es un tío que se muere el lunes y dice:

– Ostras, sí que empiezo bien la semana

Un chiste un tanto de humor negro para una situación bastante trágica.

4. En la escuela la maestra les dice a los alumnos:

– Niños, tenéis que escribir una redacción que acabe con la frase "Madre, solo hay una".

Un niño presenta su redacción sobre esa vez que su madre salvó a su perrito de morir atropellado: "Y por eso digo que madre sólo hay una".

Otro niño presenta su redacción sobre aquella vez que estuvo enfermo, con fiebre, y su madre no se despegó de su lado: "Y por eso digo que madre sólo hay una".

Y llega el turno de Ramoncito.

– A ver, Ramoncito, qué has escrito.

– Una vez vinieron unas amigas de mi madre y ella me dijo "Ramoncito, vez a la nevera y trae 8 cervezas", y yo volví y dije "Madre, sólo hay una"

Esta broma representa que el entendimiento de cada niño depende de la realidad que viva.

5. Un tío vivía en París con un pato y un cerdo, y un día le dice al pato:

– Va, arréglate que te voy a enseñar París.

En esto que van paseando y le dice:

– Mira, la Torre Eiffel.

– ¡Cuac!

– La torre está alta... Ven, mira, los Campos Elíseos.

– ¡Cuac!

– Cago en el pato, no entiende nada. ¡Los campos estos que tienes delante! Va, vámonos a casa.

En estas que llegan a casa y le dice el hombre al cerdo:

– Vaya mañana me ha dado, no entiende nada. Mañana te sacaré a ti.

– ¡Oing!

– ¡Hoy no, mañana!

En este caso parece que la única persona que no ha entendido en este chiste es el hombre.

6. Saben aquel que diu que los compañero de trabajo le dicen a uno:

– ¿Y tú dónde vas a ir de vacaciones?

– Yo al Amazonas.

– ¡Qué dices al Amazonas!

– ¿Qué pasa?

– ¿No sabes que en el Amazonas hay una tribu que si te cogen te arrancan la piel y se hacen una piragua?

– ¿Y eso quién lo dice?

– En cualquier enciclopedia.

Se va al Amazonas y a la primera tribu que aparece saca un cuchillo y se empieza a pinchar:

– ¡Ahora os pincho la piragua, au!

Una forma de resolver un conflicto bastante cómica expresada en este chiste.

7. Un matrimonio siempre estaban discutiendo, y la mujer amenazaba al marido de irse de casa:

– Por mí como si te vas ahora, mientras me dejes el niño...

– ¿El niño? Si el niño no es tuyo desgraciado...

– ¿Cómo que no es mío?

– No, es de tu amigo Fernando.

– Bueno no pasa nada, porque tampoco es tuyo.

– ¿Cómo que no es mío, si lo parí yo?

– ¿Te acuerdas cuando en la maternidad me dijiste "mientras me visto cambia al niño"? ¡Pues lo cambié!

Algunos secretos deberían quedarse solo como eso, o pueden pasar situaciones como las anteriores.

8. Un tío que va a 120 por una carretera y de pronto se encuentra un cartel que pone: "Reduzca a 60 kilómetros". El tipo reduce, y no ve nada. Al rato otro cartel: "Reduzca a 30 kilómetros". El tipo reduce, y no pasa nada. Al rato otro cartel: "Reduzca a 15 kilómetros". El tío ya iba en primera y otro cartel: "Reduzca a 5 kilómetros". El tío pensa "no llegaré nunca", y al cabo de poco ve un cartel que pone: "Bienvenidos a reduzca"

Este chiste da ganas de investigar si de verdad existe un lugar con ese nombre.

9. El saben aquel que diu que en un bar de Villanuño de Valdavia estaban un grupo de amigos jugando al tute mientras por la tele, en la segunda, estaban dando un reportaje del profesor Cousteau, unos buzos se tiraban al agua de espaldas al mar. Uno de la mesa dice:

– Me gustaría saber por qué los buzos siempre se tiran de espaldas al mar.

Dice otro:

– Se tiran de espaldas al mar porque si se tiraran de frente, el impacto con el agua les rompería las gafas y podría dañarles la visión.

Dice 'el Ambrosio':

– ¡Qué va hombre! Se tiran de espaldas porque si se tiraran de frente el peso de las bombonas les precipitaba dentro del casco y podrían ser absorbidos por las hélices.

– Que no hombre, se tiran de espaldas porque según el principio de Arquimedes (que también era buzo), todo cuerpo que se sumerge en el agua sufre un desplazamiento igual al volumen zambullido.

El Aniceto que estaba detrás de la barra les dice:

– Pero que torpes sois, hombre. Se tiran de espaldas porque si se tiraran de frente caerían dentro de barco ¡coño!

Existen respuestas que pueden ser tan obvias que llegan a ser muy tontas como esta.

10. 7 de la mañana, un mujer se levanta, destapa la jaula del loro, pone el café en el fuego, y suena el teléfono:

– Hola cariño, soy yo, ya he salido del trabajo, en cinco minutos llego a casa.

La mujer saca el café del fuego, tapa la jaula del loro, se acuesta en la cama, y en eso que el loro dice:

– ¡Coño, qué día más corto!

Algo de razón tiene la percepción de este pequeño animal en el chiste.

11. La mujer le dice al marido:

– Cariño, estoy embarazada.

– ¡Qué bien!

– ¿Qué bien? Si el niño no es tuyo, es del vecino.

– ¿Y el vecino lo sabe?

– No.

– Pues no le digas nada y el niño pa' nosotros!

Las personas deberían ser igual de optimistas que este hombre del chiste anterior.

12. El saben aquel que diu que es un catalán que va al médico y le dice:

– Doctor dice mi mujer que no sé decir Federico.

– A ver repítalo.

– Fe-de-ri-co.

– Pues lo dice muy bien, vaya a su casa y dígale a su mujer que venga para una revisión del oído.

Una vez en casa:

– Cariño dice el médico que estoy bien. ¡Voy a coger dos cervezas del federico y lo celebramos!

Un severo caso de dislexia imposible de diagnosticar incluso para el más apto profesional.

13. Se encuentran dos amigos por la calle y uno le dice al otro:

– ¿Qué tal, cómo estás?

– Fatal, a punto del suicidio...

– ¿Y eso, qué te pasa?

– En el trabajo han hecho suspensión de pagos, mi hijo me llega a casa bebido todos los días, mi hija se ha ido de casa y mi suegra se pincha. ¡Mira si estoy desesperado que si mi mujer se va con otro yo me voy con ellos!

Algunas situaciones familiares hacen que las personas piensen lo más drástico, pero no tanto como en este chiste.

14. Dos amigos y uno le dice al otro:

– Oye, ¿y tu mujer cuando hace el amor grita?

– ¿Que si grita? ¡La oigo desde el bar!

Seguramente no es la respuesta que esperaba el amigo de este hombre.

15. El saben aquel que diu que es un tío que estaba en el campo y empieza:

– 91, 92, 93, 94, 95, 96, 97, 98, 99... ¡Ostia si esto es un ciempiés!

Un chiste que va con los estereotipos sobre la gente de campo, específicamente.

16. Un tío corriendo detrás de un autobús cuesta abajo y un peatón le dice:

– ¡No corra que no lo va a alcanzar!

Y le responde:

– ¡Pues tendré que intentarlo, porque soy el conductor!

Una respuesta final que ni el hombre del chiste y de seguro ni tú se estaban esperando.

17. – ¿Qué hora es?

– La 1.

– ¿Seguro?

– ¿No voy a estar seguro si lo he escuchado dos veces?

Parece que este hombre no ha entendido que si repite la hora no significa que el tiempo no avance.

18. Dos andaluces bailando y uno le dice al otro:

– ¡Ole tu madre!

Y dice el otro:

– ¡Olerá la tuya!

Otro chiste que apunta hacia los estereotipos, esta vez para las personas de Andalucía.

19. Un mendigo llama a la puerta y sale una señora:

– Buenos días, señora, ¿me daría algo de comer? Hace dos días que no pruebo bocado...

– ¿A usted le gusta el pescado de un día para otra?

– Me encanta...

– Pues vuelva mañana que lo estoy friendo ahora...

Al menos esperamos que al día siguiente si le hayan dado de comer a este pobre hombre.

20. Un hombre va tranquilo por el campo y ve un pato volando. Pone las manos como si fuera a disparar y hace:

– ¡Pum!

En estas que el pato cae al suelo y el hombre sorprendido dice:

– Coño, tengo poderes...

Entonces el pato se levanta y retoma el vuelo diciendo:

– ¿Poderes? ¡Qué susto me has pegado, bandarra!

Hasta los animales se impresionan con cosas tan tontas como esta.

21. Un niño con 8 años que nunca había hablado y de pronto mientras toman café en el desayuno le dice a la madre:

– ¡A este café le falta azúcar!

La madre escandalizada dice:

– ¡La mare de Déu sin llevarlo a Fátima y ha hablado!

Dice el niño:

– Es que hasta ahora todo estaba bien...

Parece que las situaciones desagradables producen milagros tan potentes como este.

22. El saben aquel que diu que es un tío que llama al interfono y dice:

– Hay nieve en Saint Denis...

Y responde la mujer:

– El espía vive en el cuarto, gilipollas.

Un chiste que seguro hay que tener otros conocimientos para poder entenderlo.

23. Una mujer va por la calle con un gato en brazos y se encuentra una amiga:

– ¿Araña?

– No, gato.

Definitivamente esa era una pregunta que cualquier hubiese podido interpretar.

24. Un tío va a confesarse se arrodilla ante el confesionario y dice:

– Oiga padre, usted es el que aparta la mujeres del mal.

– Sí, hijo sí.

– Pues apártese dos para el sábado.

Este hombre claramente no ha entendido el significado de confesarse en la iglesia.

25. Se encuentran dos amigos por la calle y uno le dice al otro:

– ¿Sabes que se ha muerto el Anselmo?

– ¿De qué?

– De cataratas.

– No jodas, ¿lo operaron?

– No, lo empujaron

Algunas respuestas deben ser tomadas más literales de lo que aparentan.

26. Un elefante en la platea de un cine con una hormiga detrás. La hormiga toca la espalda del elefante y le dice:

– ¿Sería tan amable de apartarse a un lado? Es que no me deja ver...

Y diu el elefante:

– No moleste por favor.

Otra vez la hormiga toca la espalda del elefante:

– ¿Sería tan amable de apartarse a un lado? Es que no me deja seguir la película.

Y el elefante responde:

– Ya está bien, deje de molestar.

En estas que la hormiga ya cabreada se levanta, se pone delante del elefante bien erguida y dice:

– ¿Qué, cabrea verdad?

No creemos que el elefante haya recibido su merecido en este chiste, pero de algo sirvió.

27. Se encuentran dos amigos y uno le dice al otro:

– Oye, ya he encontrado trabajo.

– ¿Ah sí, dónde?

– En Santiago.

– ¿De qué?

– ¡De Compostela!

Otra muestra de que algunas preguntas no deben ser tomadas tan literalmente.

28. El saben aquel que diu que son dos amigos que se encuentran por la calle y uno le dice al otro:

– Me he comprado un abrigo que sirve para el invierno y para el verano.

– Sí hombre, te servirá para el invierno...

– No, no, para invierno y verano. Mira, en invierno me lo pongo y voy la mar de caliente, y en verano me lo quito y no veas tú qué fresco...

Otro chiste que juega con lo obvio de las situaciones tontas como esta.

29. Un matrimonio de ballenas están en alta mar y el macho le dice a la hembra:

– Es increíble, millones de personas luchando para que nuestra especie no se extinga, y hoy me sales con que te duele la cabeza.

Parece que algunas ballenas no quieren luchar en contra de su propia extinción.

30. El saben aquel que diu que se encuentran das amigas y uno le dice al otro:

– ¡Oye Carmen, no sabía que habías tenido trillizos!

– No son trillizos, es que es un niño muy nervioso

Hay niños que son bastante descontrolados, pero este seguro se ha llevado todos los premios.

31. Se encuentran dos amigas y una le dice a la otra:

– A mí lo que me jode es que me cuenten un chiste y me dejen a medias.

Y la otra le responde:

– Pues a mí lo que me jode es que me dejen a medias y encima me quieran contar un chiste.

Definitivamente algunas tienen prioridades diferentes que otras.

32. Se encuentran dos amigos y uno le dice al otro:

– ¿Vendrás a la fiesta que daré en casa el sábado?

– No, no podré venir tú...

– ¿Y por qué?

– Es que tengo a la mujer embarazada de días...

– ¡Hombre, pues que venga el Días también!

Algunos amigos son bastante comprensivos, pero este seguro es un caso en un millón.

33. Esto es un hombre muy susceptible y va otro y le dice:

– Oye tú...

Y le responde:

– Pues anda que tú

Una muestra de que podrán existir personas que se ofenden con bastante facilidad.

34. – ¿A usted le gusta la pintura?

– Un poco sí, pero mucha me empalaga...

Una respuesta que seguro nadie esperaría.

35. El saben aquel que diu que es un pianista que está tocando en un bar, y entra un cliente que se pide un vodka con limón. En estas que un mono le mete los huevos en el cubata, y este se lo dice el camarero, que le dice que el mono es del pianista. Se acerca al pianista y le dice:

– El mono ha puesto los huevos en mi cubata.

Y responde el pianista:

– Pues ahora no la recuerdo, pero si me la tararea

Esperamos que no exista una canción con ese título en la vida real.

36. El saben aquel que diu que es un tío que iba en moto por una carretera y eso que en una curva había un carro parado, el motorista no lo ve y se pega de frente. Todo el comedor por el suelo y le dice el motorista al del carro:

– Tendría que haber puesto un trapito rojo detrás del carro.

Dice el otro:

– ¿Un trapito rojo? ¡No has visto el carro y vas a ver el trapito rojo!

Algunas cosas deben decirse como son.

37. Una señor va a ver a una adivina, y esta le dice:

– Su marido será alto, guapo, rico y generoso.

– ¡Qué bien! ¿Y qué hago con el que tengo?

Parece que la consulta adivinatoria de esta señora no salió tan completa como esperaba.

38. Un matrimonio van paseando de noche y sale un atracador:

– ¿La bolsa o la vida?

Y le dice el hombre a la mujer:

– Anda vida, vete con este señor.

Hay muchas casualidades, pero seguro este chiste representa a una de las más graciosas.

39. – ¿Cómo se llama aquella montaña?

– ¿Cuál?

– ¿Y la otra?

Un chiste sobre aquellas personas que no captan las preguntas.

40. – Hola, un billete de avión por favor...

– ¿Adónde va?

– ¡Si hombre, no se lo he dicho a mi mujer y se lo voy a decir a usted...!

Ciertas informaciones deben quedarse en secreto, pero seguro este hombre se pasó de la raya.

41. Después de 12 años de relaciones, la mujer le dice al marido:

– Mira Crispín, yo soy muy daltónica.

– Nena, dada tu franqueza te diré que soy negro, ¿sabes?

Otras informaciones que a lo mejor debieron haber quedado en secreto.

42. Se encuentran dos amigas por la calle:

– Caramba Rosario, qué pechos más hermosos tienes. ¿Qué te has hecho en los pechos? ¡Si tenías dos huevos fritos!

– Mira chica, lo que no te da la naturaleza te lo da Ortopedias Fernández.

– Te habrá costado un dinero.

– Por supuesto, tres millones y medio por pecho.

– Yo debería hacer lo mismo pero no dispongo de tanto dinero.

– No te preocupes, en Ortopedia Fernández se adaptan a todos los presupuestos.

En esas que la mujer se va a Ortopedias Fernández y pide un aumento de pechos por un módico precio:

– ¿Qué presupuesto tiene señora?

– Unas 15.000 pesetas.

– Perfecto.

El dependiente le pone un airbag en el pecho con unas lavativas, una debajo de cada axila y le dice:

– Cuando quiera ligar presiona las lavativas moviendo los brazos arriba y abajo, para que se hinche el airbag. Verá que esto es sensacional...

La tía sale disparada dispuesta a ligar como una loca y se encuentra a un hombre en un banco. Moviendo los brazos arriba y abajo le dice:

– ¿Oye, tú y yo no nos conocemos de algo?

Dice el hombre abriendo y cerrando las piernas:

– ¡Sí, de Ortopedias Fernández nena!

Algunas casualidades no son bien recibidas, como esta anterior.

43. El saben aquel que diu que se encuentran dos amigos y uno le pregunta al otro:

– Oye, ¿Tú sabes como se llaman los habitantes de San Sebastián?

Y el otro responde:

– Hombre, todos no

Claramente el primer hombre se refería al gentilicio de esos habitantes, pero algunos no entienden al mismo ritmo que otros.

44. Dos tíos en la discoteca y uno le pregunta al otro:

– ¿Qué hora es?

– Las 4 de la madrugada.

– ¡Ostras qué tarde!

– ¡Pues haberlo preguntado antes!

Una respuesta obvia para una afirmación tan predecible como la anterior.

45. Dos amigos se encuentran y uno le dice al otro:

– Me he comprado una paloma que me ha costado 10 millones de pesetas.

– ¿Mensajera?

– ¡No, no te exagero!

La clave de algunos chistes como estos, es el confundir la pronunciación de ciertos términos.

46. – Hijo mío, arranca el tractor.

– ¿Dónde los has plantado, padre?

La palabra “Arrancar” también se refiere a sacar las plantas de su huerto, pero suponemos que ya sabías eso.

47. La abuelita que para un joven y le dice:

– Joven, ¿me ayudaría a cruzar la calle?

Dice el joven:

– Sí, pero un momento que está en rojo.

Dice la abuelita:

– Hombre, en verde ya sé hacerlo yo sola

Definitivamente una abuelita que le gusta romper las leyes de la sociedad.

48. Dos amigos se encuentran por la calle:

– ¡Qué suerte has tenido de encontrar una mujer millonaria, tú!

– ¿Suerte? ¡Suerte ella, que si no llega a tener un duro se queda soltera!

El amor interesado es bastante frecuente, y no solo es exclusivo para el género femenino.

49. El saben aquel que diu que entra en un bar y le dice al camarero:

– Un vaso de leche y una gamba.

El camarero le sirve el vaso de leche y la gamba, el tío la pela, la moja en el vaso de leche y se la come. El camarero le dice:

– Disculpe, pero es la primera vez que veo a alguien haciendo esto.

– ¡Y la última, por que está esto de malo que no se puede hacer una idea oiga!

Algunas primeras veces no son tan gratificantes como uno las pensaba, como este caso.

50. – ¿Usted domina el inglés?

– Hombre, si es bajito y se deja

En este caso, las preguntas deben plantearse de una manera en la cual no puedan ser malinterpretadas.

51. Un tío va al oculista y le dice al paciente:

– ¿Qué letra ve allí en la pizarra?

– La A...

– No se precipite, por favor. ¿Qué letra es?

– La A...

– Está usted nervioso y me está poniendo nervioso a mí. Por última vez, ¿qué letra es?

– La A...

El oculista se acerca y dice:

– Coño pues es la A...

Una confusión en el trabajo que puede ser más común de lo que se piensa.

52. Dos amigos y uno le dice al otro:

–Oye no sabes qué simpática es tu mujer. ¡El otro día me contó un chiste y de la risa casi me caigo de la cama!

Hay formas muy bruscas de hacer confesiones, y esta definitivamente es una de ellas.

53. Un hombre entra en una sastrería y dice:

– Quiero un esmoquin.

– Muy bien, son 20.000 pesetas.

– Uy, no tengo tanto. ¿Y una americana?

– 10.000 pesetas.

– Sigue siendo mucho.

– ¿Quiere que le haga un chaleco?

– ¡Vale! Hágamelo con mangas y bien largo

Algunas personas tienen soluciones así de simples para problemas complicados como este.

54. – Un día fui al médico para que me quitara las ganas de fumar y la verdad que lo ha conseguido. Ahora fumo sin ganas

Algo que deja mucho que decir sobre los métodos que emplean algunos médicos.

55. – ¡Para de comer, que vas a explotar!

– ¡Pues dame un pastelito y aparta!

Lo que a algunas personas les interesa es solamente saciar su apetito, literalmente.

56. Un inspector llega a una granja:

– ¿Qué les da de comer a los cerdos?

– Residuos.

– Pues soy inspector de sanidad. Multa de 5.000 euros por dar porquerías a los cerdos.

Al otro día llega otro inspector:

– ¿Qué les da de comer a los cerdos?

– Salmón ahumado, solomillo...

– Pues soy inspector de UNICEF, multa de 5.000 euros por dar cosas ricas a los cerdos cuando los niños se mueren de hambre...

En estas que otro día se acerca un hombre a la granja:

– ¿Qué les da de comer a los cerdos?

– Yo nada, mire, les doy 20 euros y que se compren lo que quieran

Ante tantos problemas de dinero, este hombre ha encontrado una solución muy creativa.

57. Una señorita intentaba subir al autobús pero su falda estrecha se lo impedía. En eso que se lo sube hasta los muslos dejando al aire el liguero, y un matrimonio que estaba en la parada le dice la mujer al hombre:

– Paco, ¿no te parece indecente, lasciva y obscena la forma que tienen los hombres de mirar a esa chica que sube al autobús?

Y dice el hombre con los ojos desorbitados:

– ¡Qué autobús!

Haber dicho la verdad dolía menos que esa clase de expresiones a la pobre esposa.

58. El saben aquel que dice que era un pintor se creía ser el Modest Cuixart del retrato, y pasaba tanta hambre que un día se encontró un ratón en la despensa con una pistola en la sien a punto de suicidarse.

Un día llaman a la puerta y era una señora enlutada para encargarle el retrato de su esposo que había muerto hacía tres meses.

– ¿Tendrá una foto, no?

– No tengo nada...

– Al Menos me puede dar algunos rasgos suyos.

– Sí, era moreno, con bigote, con una leve sonrisa en los labios.

– Ya lo veo... Lo tengo clarísimo. Cuando haya terminado se lo traigo.

A la tarde ya lo tenía hecho, va a casa de la señor y le dice:

– Ahí está la obra.

La mujer con lágrimas en los ojos le dice:

– Hay que ver, Rufino, en tres meses como has cambiado.

Claramente, pues el artista no tenía cómo saber el cómo ese hombre se veía antes de morir.

59. Era un tío tan gafe que se sentó en un pajar y se clavó la aguja

Hay que ser muy tonto o tener mucha mala suerte como para que esto le ocurra a alguien.

60. Un marido le dice a su mujer.

– Nena, estás haciendo progresos, sólo te has tirado tres cuartos de hora al teléfono. ¿Quién era?

– Se habían equivocado

Para nada que esta mujer ha logrado un progreso con semejantes tiempos en el teléfono.

61. – Disculpe, ¿si meto la carta en este buzón irá a Pamplona?

– Sí.

– Ya me lo temía... Yo quiero que vaya a Barcelona

Parece que el protagonista de este chiste debe irse a otro buzón más lejano.

62. Tres hippies estaban fumando un porro y uno dice de pronto:

– Voy a comprar el banco de España.

Le pasa el porro al del lado:

– Yo la isla de Skorpios.

Le pasa el porro al tercero:

– No vendo, nanu, no vendo

Aquí están bien expuestos los resultados de consumir este tipo de drogas. Aunque sean algo graciosos.

63. Se muere el Anselmo y el día del funeral su amigo enfrente del ataúd hablando con él:

– Ya te lo decía yo, que el tabaco te va a matar, y tú dale al tabaco, y venga al tabaco, y venga fumar...

En estas que aparece la mujer y le dice:

–¡Pero si lo ha atropellado un camión!

– ¡Sí, pero iba a por tabaco!

Si hablamos de razón tiene mucha este hombre, aunque no sea lo que cualquiera diría en un funeral.

64. Un tío va a examinarse de francés y le dice el profesor:

– ¿Cómo se dice pantalon?

– Pantaloné...

– ¿Cómo se dice sombrero?

– Sombreré...

Ya el profesor mosqueado le dice:

– ¿Cómo se llaman las mangas del chaleco?

– Les mangués del chalequé...

– Pues un ceré porque los chalequés no tienen mangués

Este hombre ha perdido en su propio juego de engañar a su profesor.

65. Dos borrachos en el bar y uno le dice al otro:

– ¿Por qué no sacas a bailar a la de rojo?

– ¿La gorda? Eso está hecho...

En estas que el loco se acerca y le dice:

– ¿Bailas?

– No.

– ¿Por qué?

– Pues mira por tres razones: una, que vas borracho; dos, no sé bailar; y tres, porque soy el obispo

Confusiones que puede causar el exceso de alcohol pero dar situaciones muy graciosas.

66. Se encuentran dos amigos y uno le dice al otro:

– ¿Qué tal el viaje a Etiopía?

– Hambre... mucha hambre.

– ¡Esto es bueno, que haya buen apetito hombre!

Seguramente esta no era la respuesta que este hombre esperaba de su amigo.

67. Un día en la obra, llega la hora de comer y los albañiles paran para comer algo. En esto que uno abre la fiambrera y dice:

– Mecagoncony, otra vez tortilla de patatas.

Coge el bocadillo y lo tira. Al día siguiente suena la sirena, hora de comer, desenvuelve el bocadillo...

– Otra vez, tortilla de patatas.

Coge el bocadillo y lo tira.

Al tercer día lo mismo, abre el bocadilo y al ver la tortilla de patatas coge y lo tira. Al cuarto día, sin mirar lo que hay dentro, coge el bocadillo y lo tira, y un compañero le dice:

– ¿Cómo lo tiras sin saber lo que hay dentro?

– ¡Cómo no lo voy a saber si me los preparo yo!

Un hombre que definitivamente no está satisfecho con nada, ni con lo que se prepara para comer.

68. Una tribu de caníbales caza a un explorador y lo ponen en la olla. La tribu empieza a danzar alrededor de la olla, y uno de ellos coje el cucharón y le pega en la cabeza. Los caníbales siguen danzando, y en estas que el mismo coje el cucharón y le pega de nuevo en la cabeza. Al final el jefe de la tribu le dice:

–Ya no lo martirices más, que dentro de un momento nos lo vamos a comer.

Y le responde:

– ¡Hombre, es que se está comiendo las patatas!

En frente de situaciones tan drásticas, hay que aprovechar lo bueno como hace este hombre.

69. El saben aquel que diu que es un borracho que entra en un bar y dice:

– ¡Feliz Año Nuevo!

Dice el camarero:

– ¿Qué dices? ¡Si estamos en agosto!

– Ostia que bronca me va dar mi mujer, nunca me había retrasado tanto

Hay hombres descuidados, pero este seguro se ha ganado el premio al mayor de todos.

70. El alcalde del pueblo sale al balcón y dice:

– ¡Sabéis que ya se acercan las fiestas!

– ¡Sí! ¡Sí!

– ¡Pero este año no hay presupuesto!

– ¡Oh! ¡Oh!

– ¿Pero queréis verbenas?

– ¡Sí! ¡Sí!

Se levanta las mangas y enseñando los antebrazos dice:

– Pues aquí las tenéis una al lado de las otras

Definitivamente el peor de los alcaldes que puede existir.

71. En el manicomio el director llama a tres locos para ver si les puede dar de alta:

– A ver tú, seis por seis...

– Febrero.

– De puta mare... A ver tú, seis por seis.

– Mil.

– Déu n'hi do també... A ver el tercero, seis por seis.

– 36.

– Ostia, molt bé, ¿cómo lo has calculado?

– Muy fácil, he dividio febrero por mil

Tal vez de este tipo de pacientes este doctor no debería esperar respuestas más lógicas.

72. El saben aquel que diu que se encuentran dos amigos y uno le pide un favor al otro:

– Voy a ausentarme de mi casa tres meses, y tú sabes que vivo con mi madre y mi gato que son lo que más quiero en la vida. Sólo te pido que de vez en cuando les hagas una visita y si les pasa cualquier cosa me mandas un telegrama o me llamas por teléfono.

– Vete tranquilo, que ya lo haré.

En eso que el hombre se va de viaje y al llegar a su destino recibe un telegrama: "A tu gato lo ha atropellado un camión, y se murió". Inmediatamente llama a su amigo disgutado:

– Cómo se te ocurre mandarme un telegrama en estos términos sabiendo cómo quiero al gato.

– Cony, ¿no me dijiste que te avisara?

– Sí pero así no se dan las noticias. Primero me mandas un telegrama que diga "el gato se subió al árbol", y me vas preparando para la noticia.

Al cabo de un mes recibe un telegrama: "Tu madre se subió a un ciruelo".

Parece que este amigo no es el mejor dando malas noticias.

73. El saben aquel que diu que és tío que entra en la oficina de Hacienda y dice:

– Oiga, ¿es aquí donde se hace la Declaración?

– Sí, señor.

– Pues ahí va: "Me enamoré de tus ojos y de tu ser, y no sé vivir mi niña si no tengo tu querer"

No era esa clase de declaración, pero al menos le ha salido muy bien a este personaje.

74. ¿Por qué en Lepe los semáforos están cuatro o cinco metros más alto de lo normal?

– Para que nadie se los salte.

Otro chiste que incluye estereotipos bien marcados como señala este caso.

75. El saben aquel que diu que es un coronel en un cuartel y le dice al comandante:

– Mañana a las 9 y media habrá un eclipse de sol, hecho que no ocurre todos los días. Que formen los soldados en el patio en traje de campaña para presenciar el fenómeno, yo les daré las explicaciones necesarias. En caso de que llueva, que formen en el gimnasio.

– A sus órdenes mi coronel.

En eso que el comandante da las órdenes al capitán:

– Por orden del señor coronel, mañana a las 9 y media habrá un eclipse de sol. Según el señor coronel, si llueve no se verá nada al aire libre, entonces en traje de campaña el eclipse tendrá lugar en el gimnasio, hecho que no ocurre todos los días.

– A sus órdenes mi comandante.

El capitán da las órdenes al teniente:

– Por orden del señor coronel, mañana a las 9 y media en traje de campaña inauguración del eclipse de sol en el gimnasio. El coronel dará las órdenes oportunas de si debe llover, hecho que no ocurre todos los días. Si hace buen tiempo y no llueve, el eclipse tendrá lugar en el patio.

– A sus órdenes mi capitán.

El teniente da las órdenes al sargento:

– Mañana a las 9 y media por orden del señor coronel lloverá en el patio del cuartel. El señor coronel en traje de campaña dará las órdenes en el gimnasio para que el eclipse se celebre en el patio.

– A sus órdenes mi teniente.

El teniente da las órdenes al cabo:

– Mañana a las 9 y media tendrá lugar el eclipse del señor coronel en traje de campaña por efecto del sol. Si llueve en el gimnasio, hecho que no ocurre todos los días, se saldrá al patio.

– Vale "titu".

Y el cabo les dice a los soldados:

– Mañana a eso de las 9 y media parece ser que el sol en traje de campaña eclipsará al coronel en el gimnasio. Lástima que eso no ocurra todos los días, au

Una muestra perfecta de como la información puede transmitirse de manera incorrecta.

76. Un hombre llega a las tantas de la madrugada a casa y se encuentra a su mujer con otro en la cama. En esas que le dice la mujer:

– ¿De dónde vienes a estas horas?

– ¿Pero qué hace este hombre en la cama?

– No me cambies de tema, ¿de dónde vienes a estas horas?

Hay algunas discusiones que parecen no tener un ganador pero si varios perdedores.

77. Un día llega el marido de la oficina, y la mujer le dice:

– Cariño, qué te apuestas a que me escondo, y no me encuentras.

Y le responde el marido.

– Qué te apuestas a que no te busco

Una respuesta bastante ácida que seguro no se esperaba la pobre mujer.

78. – Perdone, ¿la calle Saboya?

– Hombre si va dando saltos claro que se abolla

Otra muestra de como pueden ser los malos entendidos si no se pronuncian bien las palabras.

79. Dos amigos que se encuentran y uno le dice al otro:

– Oye, ¿dónde vas con esa mujer tan fea?

– Mira, por no despedirme de ella y darle un beso la llevo donde sea

Algunos sacrificios que se deben hacer en casos como estos.

80. – ¿Sabes quién está embarazada?

– ¡La Paulina, tú! Y además ya se de quién.

– Ostras, pues díselo que le harás un gran favor

Un ejemplo de cómo los chismes de cierta persona pueden llegar a ser tan falsos que ni la misma los conoce.

81. Dos amigos se encuentran por la calle, y uno le dice al otro:

– Creo que mi mujer me engaña con un pollo. El otro día encontré toda la cama llena de plumas...

– ¡Pues la mía con un caballo, tú! El otro día me encontré un jinete debajo de la cama

Algunas inquietantes sospechas de hombres que son víctimas de infidelidades.

82. Uno que llama por teléfono:

– ¿Oiga es la embajada de Laos?

– Sí, señor.

– Pues mándame dos de vainilla, por favor

Parece que no es precisamente el número de teléfono que quería este personaje.

83. El saben aquel que dice que era un entierro multitudinario por el paseo de Gracia, y dos mirándoselo por la calle. En estas que uno le dice al otro:

– Oye, ¿y tú sabes quién es el muerto?

– No estoy seguro, pero diría que el que va dentro de la caja

A preguntas tan indiscretas, lo mejor es dar respuestas así de ácidas.

84. Un tío va a la óptica y dice:

– Querría unas gafas.

– ¿Qué las quiere, para ver de lejos o para ver de cerca?

– Para ver por aquí, por la provincia de Huesca

Una muestra de cómo este tipo de preguntas puede prestarse para malos entendidos.

85. El saben aquel que diu que van un ruso y un andaluz en un viaje transiberiano, llevan dos días juntos en el viaje y no se habían dirigido una palabra mutuamente, hasta que el ruso rompe el hielo diciendo:

– Excuse me, do yo speak english?

– ¿Qué?

– Vous parlez français monsieur?

– Francés no.

– Tu le parle italiano?

– Yo soy ''españo''

– Oh español, ''grran'' país España, interesante. Yo ''conocer'' un poco de carácter español: vascos, gente ''brraba''; gallegos, trabajadores; catalanes, ahorrativos; castellanos, valencianos, andaluces... Hay grandes pintores españoles conocidos mundialmente: Dalí, Miró... interesante obra la del arquitecto catalán Gaudí, interesante templo sagrada familia, ¿De qué parte de España es usted?

– Yo soy de ''Jeré'' de la frontera.

– Oh, Jerez de la frontera, bella ciudad, importante por sus productos vinícolas, por su ganadería caballera, hacer grandes cosas con caballos ingleses y árabes, Jerez de la frontera, con un censo de 400.000 habitantes, cerca de Puerto Santa María, cerca Ciudad de Plata.

– ¿Y usted de dónde ''e''?

– Yo soy ''rruso'' señor.

– Ruso tela marinera, cosa extraña Rusia, cosa curiosa Rusia... mucho ruso en Rusia, muy buena la ensaladilla rusa, emocionante la montaña rusa. ¿De qué parte de Rusia es ''usté''?

– Yo soy de la Estepa

– Mu buenos los polvorones, muy bueno los polvorones

Una situación que puede suceder si no se es un verdadero conocedor del mundo.

86. – Hola, venía por lo de la oferta de trabajo.

– Genial, ¿qué experiencia tiene?

– Ninguna.

– ¿Y cuál es su especialidad?

– Ninguna.

– A ver, ¿usted qué sabe hacer?

– Nada.

– ¿Pues entonces qué hace aquí?

– O es que en la oferta ponía: inútil presentarse sin referencias

Otra oración que puede darse para muchos malos entendidos, como toda la situación que generó en este caso.

87. Un señor de 80 años va al médico y le dice:

– Mire doctor, yo hago el amor ocho veces al día. ¿Esto es bueno o es malo?

– Esto no es bueno ni es malo, esto es mentira

A los médicos hay que saberlos engañar muy bien, no como en este caso.

88. Una mujer va al médico y para hacerle el diagnóstico le dice:

– Oiga señora, ¿y usted que RH tiene?

– No, yo ninguno, pero mi marido tiene un R12

El problema de no saber reconocer las abreviaturas de ciertas cosas recae en estas situaciones.

89. Un tío sale de una operación y el médico le dice a la enfermera:

– Sobre todo, régimen total

En estas que entra la enfermera en la habitación con una aceituna y un dedal de agua. El hombre dice:

– ¿Me puede traer un sello por favor?

– ¿Por qué? –pregunta la enfermera.

– Es que después de comer me gusta leer un rato

Parece que este hombre se tomó las indicaciones médicas muy literalmente.

90. Un loco en un manicomio estaba todo el día con la oreja pegada en la pared. Un día pasa el director del manicomio, y el loco le hace:

– Pss, pss... (indicándole que pegue la oreja).

El director pega la oreja a la pared:

– No oigo nada.

– Ya, ¡pues así todo el día oiga!

Una situación que definitivamente haría enojar a cualquiera, de no haber sido tan ingenuo.

91. Esto que está un borracho en el bar y llama al camarero y le dice:

– Toma 500 pesetas y dile al tío de la barra que pare de decir tonterías porque de la paliza que le voy a dar le voy a arrancar la cabeza de cuajo.

Y en eso que el camarero se va, y le grita el borracho:

– Oye, pero se lo dices como cosa tuya eh

Algunas personas no quieren meterse en problemas, y pueden ser tan descaradas como este hombre.

92. Un padre despierta a su hijo por la mañana y le dice:

– Hijo, despierta, tienes que ir al colegio.

– No quiero.

– ¿Por qué?

– Por tres razones: la primera porque tengo sueño, la segunda porque allí me aburro, y la tercera porque los niños se ríen de mí.

– Muy bien, ahora te daré yo tres razones por las cuales tienes que ir: primero, porque es tu obligación, segundo porque tienes 45 años, y tercero porque eres el director

Creemos que a nadie le gustaría tomar el papel de este pobre hombre.

93. En la escena del crimen:

  • Hola! John, soy de narcóticos.
  • Javier, yo soy más de cubatas de toda la vida

Un ejemplo de cómo algunas cosas pueden confundirse a la hora de una presentación

94. Un tío por el campo cazando mariposas tropieza y se cae por el precipcio, pero en plena caída logra agarrarse a una rama y empieza a chillar desesperadamente:

– ¿Hay alguien?

Y se oye el eco que dice:

– Alguien... alguien... alguien...

De nuevo:

– ¿Hay alguien?

Y el eco:

– Alguien, alguien, alguien...

Por tercera vez angustiadamente dice:

– ¿Hay alguien?

Y surge una voz profunda, con personalidad, que dice:

– Sí hijo mío, está Dios. Sigue mis instrucciones. Sin miedo, suelta tus manos y déjate caer al vacío, que antes de que te estrelles contra el suelo mandaré cuarenta mil ángeles mayores al mando del Árcangel San Gabriel que batiendo sus poderosas alas vencerán la ley de la gravedad y succionando el aire te remontarán otra vez hasta el punto de partida.

– Vale, pero... ¡¿Hay alguien más?!

Parece que este tipo de soluciones no le da la suficiente confianza a este hombre.

95. El saben aquel que diu que es un tío que entra en una tienda y dice:

– ¿Tienen champú?

– Sí, ¿para qué lo quiere, para cabellos grasos o para cabellos secos?

– ¿Y no los tiene para cabellos sucios?

Algunas personas son más simples que las demás, y este es un buen caso de ello.

96. Un chino, un japonés y un español.

Hacen una apuesta a ver quien conocen con el nombre más corto. Salta el chino y dice:

  • En mi pueblo hay uno que se llama O
    El japonés riéndose dice:
  • El que me arregla el reloj se llama casio
    Y el español partiéndose de risa dice:
  • Ni O ni casi o,mi tío se llama Nicasio

Un chiste con bastante diversidad racial aparentemente.

97. El saben aquel que diu que es una mujer que le dice a su marido:

– Cariño, mañana es nuestro aniversario y voy a matar un pollo.

– ¿Y qué culpa tiene el pollo? Mata a tu hermano que es el que nos presentó.

Algunas tradiciones deben ser modificadas, como dice este personaje de el anterior chiste.

98. Un tío entra en una tienda y dice:

– ¿Tienen trajes de camuflaje?

– En teoría sí, pero llevo dos años buscándolos y no los encuentro tú

Definitivamente una gran desventaja de este tipo de vestuarios.

99. En un barco viajan un español y un inglés.

El inglés se cae al agua y grita.

  • ¡HELP!.....¡HELP!.....¡HELP!
    Entonces el español va y le dice.
  • Gel no me queda, ¿pero si quieres champú?

Una demostración de lo que puede causar una brecha lingüística como en este caso.

100. Uno de Albacete le dice a su padre:

– Un día me gustaría ir de voluntario a la marina.

–¿Pero qué dices de la Marina? ¡Si en tu vida no has visto ni una piscina olímpica!

– Me hace ilusión...

Se va voluntario a Cartagena, y el almirante dice:

– ¡Voluntarios para bucear!

Y se presentan un catalán, un vasco, un gallego, y el de Albacete. Se presenta el catalán y dice el almirante.

– ¿Tú sabes bucear?

– Yo me hecho toda la costa Brava desde Palamós hasta las costas de Argel pescando la anchoa.

Se presenta el vasco.

– ¿Tú sabes bucear?

– ¿Sabe la canción "Desde Santurce a Bilbao vengo por toda la orilla"? Pues yo hacía cada día ese recorrido.

Se presenta el gallego.

– ¿Tú sabes bucear?

– Yo me he buceado las rías altas, las baixas, hasta la desembocadura del Ebro pescando el centollo, el percebe y en temporada baja el mejillón de roca.

Y en estas que se presenta el de Albacete.

– ¿Tú sabes bucear?

– Yo me he buceado toda la Mancha, desde Chinchilla hasta los Cerros de Úbeda.

– A ver, bucea...

– ¡¡¡¡¡Eeeeeeeeeeeeeeeh!!!!!!

Un chiste para el cual se necesita un poco de contexto para poder entenderlo del todo.

101. Se encuentran dos amigos y uno le dice al otro:

– Recuerdos de Carlos...

– Gracias.

– Recuerdos de Carlos...

– Gracias.

– Recuerdos de Carlos...

– Gracias.

– Recuerdos de Carlos...

– ¿¡Ya vale, no!?

– No, es que me dio muchos recuerdos, ¿sabes?

Algunos amigos toman las cosas de manera muy literal, como este que protagoniza este chiste.

Entonces, puedes emplear todo este repertorio humorístico para reuniones familiares o de amigos. También para simplemente romper el hielo, pero seguro que a alguien le será muy gracioso cualquiera que elijas.

Alberto Domínguez

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