Las diferencias son importantes, pues nos ayudan a separar conceptos que, muchas veces, nos resulta muy complicado. Tal es el caso de estas dos palabras de las que vamos a hablar en este artículo: queer y amar. Sabemos que su concepto es muy parecido, pero existen algunas diferencias que son muy importantes saber reconocerlas. Esto es así, pues, muchas veces nos encontramos confundidos por no entender si queremos o amamos a una persona. Es por esto que este tema nos parece tan interesante, pues los sentimientos suelen ser algo complejos.
Lo primero es reconocer que los dos son totalmente diferentes, aunque comparten muchas similitudes, también tienen diferencias. Esto no quiere decir que uno sea mejor que otro, sino que sus características son totalmente diferentes. Esto toma mucha importancia al momento de tomar decisiones trascendentales en nuestra vida, como el comprometernos con otra persona de manera sentimental, por ejemplo.
Entendemos entonces que todo se basa en la manera en la que deseamos, ya sea algo o a alguien. Esta manera de verlo puede que sea algo frío, pero recordemos que estamos hablando de sentimientos intensos que las personas pueden llegar a sentir, por lo que esta manera de verlo no es tan descabellada. El amor y el cariño solo se pueden sentir y es esto lo que los hace tan confusos entre sí. Al ser tan parecidos, es complicado marcar las diferencias. Es por eso que hemos llegado para explicarte como funcionan estos sentimientos y cuáles son sus diferencias. Esto lo hacemos con la idea de que puedas identificar lo que estás sintiendo o lo que otras personas sienten por ti.
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¿Qué es el amar y el querer?
Para comprender mucho más las similitudes y diferencias de los dos sentimientos, es importante conocer los conceptos de cada uno. Claro que cada persona puede sentir esto a su manera, pero básicamente cada uno tiene conceptos únicos que explicamos a continuación.
El amor
El amor es un sentimiento que nos resulta un tanto complejo, pues entran en acción otras emociones, deseos y sentimientos. Además, implica también entrega, sinceridad, sacrificios y compromiso. Sin embargo, para muchos es un sentimiento de cariño que se hace más fuerte y es capaz de permanecer por muchísimos años. Cuando estamos enamorados, es decir, cuando amamos a alguien, todo lo demás deja de existir, al menos en ese sentido. Esto quiere decir que es imposible amar a dos personas al mismo tiempo.
En la actualidad esto último ya no es tan así, pues aseguran que sí se puede sentir amor romántico por dos o, incluso, varias personas. Aun así, sigue siendo uno de los sentimientos más fuertes que puede experimentar el ser humano por otro igual. El amor es posesivo, pero siempre va a buscar hacer feliz también a la persona amada, entonces no es egoísta.
El cariño
El querer es otro sentimiento que experimentamos las personas cuando deseamos tener posesión completa de alguna cosa. Cuando queremos algo o a alguien, nos convertimos en egoístas y solo deseamos que sea nuestro. Sin embargo, cuando profundizamos en esta emoción, podemos notar que no es tan egoísta como nos hacen creer, ni tan simple, ni tan superficial. El cariño, a modo romántico, es un sentimiento de apreciación y muy significativo. También involucra otros aspectos como el agradecimiento, la comprensión, el compañerismo y la amistad.
En términos sencillos podemos decir que el cariño es un sentimiento delicado, suave y moldeable. Es una de las emociones más delicadas que podemos experimentar como personas.
Las diferencias entre el amar y el querer
Veremos a continuación algunas diferencias entre querer y amar. Estas las hemos ordenado de manera que se pueda comprender la evolución del sentimiento y así poder distinguir cuando queremos o amamos a otra persona.
El principio del sentimiento
Aquí se establece una de las diferencias más notorias de los dos sentimientos, pues, al conocer a alguien, puede que experimentemos la etapa de cariño, pero luego esto cambie a otro sentimiento que es el amor. Entonces, ¿en qué momento ocurre este cambio? En seguida los descubriremos.
En el principio, estamos en la etapa del enamoramiento, que es cuando estamos comenzando a conocer a alguien especial y reconocemos un sentimiento que va más allá de la amistad. El cariño se presenta de forma repentina y con mucha fuerza, queremos ser parte de la vida de la otra persona al precio que sea, no nos importa ser invasivos con tal de permanecer al lado del otro.
Sin embargo, cuando ha pasado el tiempo, las cosas parecen calmarse un poco, entonces entramos en una etapa de tranquilidad. Ahora es momento de estar en paz, de aceptar compromisos, de aceptar a la otra persona a pesar de sus defectos y damos entrada a la pasión. Entonces, para muchos es un cambio muy drástico que nos hace parecer que las cosas no van bien, pero esto no es así, solo estás pasando de querer a alguien a amarlo totalmente.
Aprendiendo a confiar
Esta es otra de las características que nos ayudan a diferenciar un sentimiento del otro. Cuando descubrimos u queremos a alguien, le damos parte de nosotros, pero no todo. Esto es porque existe en nosotros el temor de que el sentimiento no sea recíproco y no queremos perderlo todo. Esa reserva es lo que nos garantiza que, si algo sale mal, de esta relación sentimental, no nos quedaremos tan mal. En el caso del amor, esto es diferente, pues, el sentimiento comprende una entrega total que no se ve en otros sentimientos o emociones.
Cuando se ama a alguien, se confía en esa persona. Claro que también deseamos que sea recíproco, pero, en caso de que no lo sea, igual nos damos completos, pues el sentimiento no nos deja ser de otra manera. Cuando la persona que amamos nos ama de vuelta, entonces el sentimiento se afianza en nosotros con la seguridad de que cada uno velara por la felicidad del otro. Es decir, así como tú te entregas todo a esa persona, a veces que ella se entrega de igual manera a ti.
Entonces podemos decir que el cariño es el principio del amor, pero que no todo el tiempo pasa a ser algo más, que a veces se queda siendo solo cariño y eso también está perfecto. Nuestra tarea es saber identificarlos y disfrutarlos como lo vamos sintiendo, sin exigir más o luchar en contra de lo que sentimos. Aprender a reconocer nuestros sentimientos y emociones nos hará la vida mucho menos complicada y seremos también más empáticos, pues, pues, el entendernos a nosotros mismos nos lleva a entender a los demás.